jueves, 9 de mayo de 2013

hemos sobrevivido.


Le había prometido quedarme con él esa noche, bueno quería aprovechar para hablarle y recordar, pero sobre todo era para recordar, como cuando mi hermana y yo le llenábamos de talco el ombligo y luego solo nos echábamos a dormir peleando por dormir sobre su barriga, o como cuando mirábamos hacia arriba y su barriga era tan pero tan enorme que parecía  embarazado o cuando me  lanzaba agua desde la ventana de la cocina mientras me encontraba al otro lado lavando mis zapatos, aquellos que eran mis favoritos y él echaba a reír tan fuerte, pero tan fuerte que lo último que yo sentía era rabia, luego le devolvía la mayor cantidad posible de agua desde mi lado y en ese intercambio solo podía pararnos el grito estridente y abrumador de mi madre, o cuando en lugar de ir a la aburrida y concienzuda misa de  domingos por la tarde nos quedábamos comiendo zanahorias con limón y sal, sin embargo,  lo único que recordaba ese momento mientras prometía quedarme con él fue que lo odiaba... odiaba tanto esa situación, odiaba verlo rendido, odiaba no haberlo querido a tiempo y que tal vez el no me quisiera a mí, lo odiaba a él por morirse y decidí no quedarme con él,  tanto así que esa noche Andrés se trago una moneda, tuvimos que correr al hospital, toda la atención se desvió hacia la moneda y el protocolo hospitalario, y entonces concluí olvidar que tenía que ir a quedarme con él, aun así, en ese momento, mientras tomaba su mano bajo la falsa promesa, el lo supo todo e hizo un esfuerzo sobrehumano por despedirse de nosotras, mi hermana como siempre salió con sus bobadas mostrándole su panza de embarazo, como si aquello tendría importancia, claro  que la tenía pero mucho después, no en ese momento. Yo solo apreté su mano y  él apenas pudo llorar.

A la mañana siguiente el teléfono sonó al rededor de las seis am, era precisamente la llamada tan anunciada a la que todos  nos negábamos a contestar, para cuando llegaron mi madre y mi hermana eran las ya las siete, ya todo había terminado o estaba por empezar.

Hora de la muerte: nadie lo supo, mi madre prefirió creer que fue a las 7:15 y bueno yo preferí no creer...

lunes, 11 de febrero de 2013

Los Danzantes


Y estaba allí, justo allí, en medio de la nada, con los cabellos alborotados en mitad de la calle, gata salvaje, arisca, sigilosa y al acecho esperando a que el diera el primer paso, si tan solo él hubiese entendido el mensaje, pero no; de igual modo, ella siguió allí, transcurrieron los segundos anunciando uno a favor de él, mientras jugaba al roedor, roedor tortuoso, roedor ladino, roedor conchudo, roedor perro, roedor rata, roedor tigre, camaleónico roedor,  y otro a favor de ella, quien jugaba a perder.
Quien dará tregua? 
Se encuentran... 
Sus manos pulpoicas debajo de su falda, sus uñas sin piedad  en su espalada, sus dientes hambrientos en sus pechos, sus lenguas interminables enredadas, sus dedos pululando por todas partes, sus ojos jugando al cuento infinito, sus labios incendiando su boca, sus caricias surfeando las curvas, gritos y miradas... sudores recorriendo los polos...  y de la misma forma se volvieron a disgregar...



Quien dará segundo paso?

sábado, 19 de enero de 2013

solo somos flying quills...




Solo somos flying quills en la arena, esperando que una corriente de aire, tal vez pasajera, nos levante y muestre un poco más de los horizontes que quizá nunca alcanzaremos...  (E.C)



Días como este, un poco frío, un poco tenue, un poco nostálgico me genera un ligero malestar de no sé que, traspasa mi pecho o estomago o  alma o en donde mierda será! yo no lo se.

Se me viene a la mente una vieja amiga... la Esther... donde andará, tan saltimbanqui Esther, de seguro esta esperándome para tomar el té con un par de galletas y ponernos al día. Ahsss pero esta Esther, como siempre, no da hora ni lugar y menos día, vaya a saber la Esther de esas cosas!! ella siempre sabía como encontrarnos... traigo a la memoria las veces que solía visitarme y jamás anunciar su llegada, aún lo hace en ciertos sueños que no logro recordar con precisión.
Una vez un amigo se la encontró mientras hacía algunas vueltas de trabajo, fue como si ella estaba lista, esperándolo, posterior a ello me llamo para juntarnos, eso, en lo absoluto fue por casualidad, fue porque así ella lo había querido, ese día se le ocurrió hacer fritada para celebrar a lo Ambateño nuestra llegada. ah! y recuerdo que al día siguiente de la noche de vinos, comida, conversaciones interminables y cigarros hizo este comentario: "me duele la espalda, la pobre esta toda morada...y tengo una cara que dice CULPABLE por todos lados jejejejeje (culpable pero feliz de serlo jajjajajaja)" 
claro! pero por supuesto este comentario se presto para especulaciones de todo tipo! No la había visto así de contenta excepto el día que nació Ian; bueno, es que no le había ido tan bien en ese último año, posteriormente todo fue satisfacción en ella, estaba tan emocionada que un día zas! se le ocurrió morirse, pinche Esther, se le ocurrió morirse  a los 22 años y bueno a todos nos dejo con un sentimiento incompleto. Su muerte fue  de lo mas súbita e inesperada al puro estilo Esther, nos dejo estampados en la duda.
Ese mismo día en Manta ocurrió una especie de tormenta con fuertes vientos, acontecimiento jamás antes visto por nosotros, por los que llevábamos viviendo en ese lugar desde el uso de la memoria, llegamos a creer que ella se estaba despidiendo (uno siempre llenando el saco de esperanza) luego de eso se quedó colgada en  recuerdos fluctuantes que cada vez se hacen mas esporádicos; sin embargo, sigue allí, en algunas conversaciones, escondida entre palabras que no se dicen y sentimientos que no se manifiestan, estoy convencida de que nos está esperando para esa última fiesta... 
En aquel entonces jugábamos a la casa club...
El club de la serpiente se esta desliendo de este lado para reunirse del otro y la Esther estará de anfitriona... 





Estoy aquí sin existir...mi mente pasea por recuerdos de tiempos casi olvidados, buscando lo que no está perdido, batallando contra una falsa realidad… (EC)






 

viernes, 4 de enero de 2013

Empieza...

No había hecho antes una evaluación del año que termina, honestamente ya me da igual si es enero o diciembre del año anterior, los días me vienen bien y mucho más cuando no les pongo un numero que los represente y sobre todo horas.  Las-horas, esas  nunca me han gustado, aun así debo confesar que el 2012 no fue de total agrado, aquí les va un recuento: para empezar cerraron la pinche universidad del demonio, donde fui a culminar mis estudios, no sé porque mierda fui a parar allí, eso aún me lo cuestiono, sin embargo, algo bueno salió de eso.
Pase un día de las madres muy triste, que digo triste, ¡terrible! cuestiones que pasan y que al final me han dejado una gran experiencia. Creo firmemente en lo necesario de las cosas.
He pasado malos ratos gracias a personas que desaparecieron de la misma forma fantasmal que llegaron.
Solía ver "al italiano" como una persona incapaz de desfallecer, pero este año todo en el ha sido degenerativo incluyendo sus ganas, nunca creí que me generaría sentimiento alguno, sin embargo, es inevitable verlo y  no sentir nostalgia.
al finalizar el año Andrés  enfermo, mi pequeño Andrés, después de diez días de hospitalización aun sigue sin diagnostico pero él sigue en pie, tan aferrado a la vida al igual que el primer día de su existencia. Posterior a  tantos acontecimientos ocurridos cada milésima de segundos durante 366 días de este año, puedo decir que me robaron  los días, nunca son suficientes. 
Después de tanto estrellarme con esta realidad absorta, puesto que en mis sueños siempre todo es mejor, estos intervalos de cordura que me ocurren cuando despierto solo me llevan a una cosa, mis hijos... mis pequeños y hermosos hijos son lo mejor que me he decidido, el resto es solo resto y de sobra que lo hay, eso es algo que ya me tiene sin cuidado.